Fiorano ha sido la pista en la que Kamui Kobayashi se ha puesto por primera vez al volante de un Ferrari de Fórmula 1, el F10 con el que la Scuderia de Maranello disputó el Campeonato del Mundo de hace tres temporadas. Kobayashi entró a formar parte de la familia Ferrari el pasado mes de marzo, con el objetivo de defender los colores del Cavallino Rampante en las competiciones de Gran Turismo.
No necesitó mucho tiempo el ferrarista para adaptarse al monoplaza en una prueba de preparación de cara a su participación en el Moscow City Racing, el evento que verá al monoplaza Rojo de F1 rodar por las calles de la capital rusa durante el fin de semana del 21 de julio.
"La primera sensación fue de una gran felicidad", comentó el piloto japonés una vez finalizada la breve prueba. "Ya corrí contra este auto y sabía lo rápido que era, con lo que era muy importante familiarizarme con él. La última vez que piloté un Fórmula 1 fue en la última carrera del año pasado, la de Brasil, y ahora corro en el WEC (Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA) en un 458 GT y las sensaciones son completamente diferentes.
No me ha sido difícil volver a adaptarme, puesto que en el pasado he conducido todo tipo de coches, con lo que estoy muy acostumbrado a los cambios. Será muy bonito poder volver a conducir un F1 en este evento de Moscú y para mí significará un debut doble: la primera vez al volante de un Ferrari de F1, en una ciudad en la que nunca he estado", expresó Kobayashi.